En los grandes acontecimientos de la Historia se pueden reconocer momentos que son considerados claves. Determinados hechos, acciones o decisiones pueden variar o modificar el rumbo de los sucesos. El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo produjo el estallido de la Primera Guerra Mundial; la toma del Palacio de Invierno el 24 de octubre de 1917 por parte de los soviets, llevó al Partido Bolchevique, liderado por Lenin, al poder en Rusia; el Crack del año 1929 generó las condiciones para el triunfo de Adolf Hitler en Alemania y la batalla de Stalingrado determinó el rumbo de los acontecimientos en el Este europeo durante la Segunda Guerra Mundial. Como estos ejemplos, la Operación Overload, más conocida como el Desembarco en Normandía o Día D, ejecutada el 6 de junio de 1944, fue clave para el triunfo Aliado sobre la Alemania nazi y decisiva en la finalización de los enfrentamientos bélicos durante la Segunda Guerra Mundial. Setenta años pasaron desde la puesta en marcha de este plan militar considerado como uno de los más importantes de la Historia ya que su organización, planificación y realización no tuvieron parangón en la historia de las grandes acciones militares.