Phillipe Meirieu se ha definido como un militante de la educación crítica, estructurando sus análisis a partir de la conciliación de dos enfoques: una militancia sin ingenuidad y el extremo cuidado en la construcción de críticas hacia la educación, evitando permanentemente que éstas caigan en el sinsentido. Estableciendo agudos cuestionamientos, a partir de lo que considera una crisis de la educación, ha puesto en relieve las tensiones existentes en la tarea docente y en sus diversos ámbitos de intervención. Realizando lo que denomina una epistemología del discurso pedagógico, analiza a la Pedagogía sosteniendo que debe referirse a lo impredecible de toda praxis educativa, y que en función de esta particularidad, las ambiciones de predicción y el control exceden las posibilidades de la reflexión. Esta reflexión pretende desmitificar el valor de verdad asignado al saber, poniendo a la intervención pedagógica en cuestión a partir de la importancia que se le debe otorgar a la eficacia de las acciones. Reparando permanentemente en la relevancia que tiene la búsqueda responsable de la producción del acto pedagógico, lo que autoriza a todos los actores a construir nuevos contratos que garanticen la enseñanza y el aprendizaje. En sus caminos por elaborar salidas a sus preguntas éticas sobre el cuidado de uno y de los otros en el vínculo educativo, acudiendo a principios pedagógicos como referencias estructurantes de la educación y de la escuela, contempla los vaivenes emocionales del educador, las disputas entre éste y los estudiantes, la ambigüedad de los resultados educativos, las exigencias administrativas e institucionales, y las condiciones reales de trabajo. Desde la perspectiva de Meirieu, la enseñanza y el tratamiento de los contenidos específicos, deben ser analizados cuidando su relación y sus líneas de intervención. Es en la dinámica de su trabajo, donde su objeto refiere a lo impredecible de la relación educativa, apelando a la racionalidad técnica para interpelar a la educación en términos de relación entre medios, procesos y fines. En consecuencia, y tomando como punto de partida el sentido más profundo de su pensamiento, en este trabajo se presentarán algunas relaciones sobre tres conceptos fundamentales en los que Meirieu ha construido sus análisis, la Pedagogía, la ética y el otro, con el propósito de establecer el sentido de su pensamiento.