Desde una perspectiva latinoamericana, el populismo es y ha sido el proyecto de más largo alcance en la lucha contra la dominación extranjera A partir de un enfoque doctrinario, aunque sus reales intenciones aún permanecen difusas, lo más notorio del populismo, es la elaboración y puesta en marcha de un objetivo nacional tendiente a la búsqueda de la autonomía. En este sentido, para Alain Touraine, constituye una política nacional popular, expresión que une la referencia al pueblo como esencia; a la nación como colectividad amenazada por la dominación externa y sus consecuencias internas y al Estado como agente de cambio, pero también de expresión y defensa de la unidad nacional Es decir, de la identidad común que es el elemento primordial tanto de integración como de pertenencia de los miembros de una sociedad para el desarrollo interno e inserción internacional.
No obstante, el populismo representa dos inconvenientes:
En primer lugar, conviene preguntarse en que medida se buscaba la identidad común cuando se dividía la realidad social entre pueblo y “antipueblo”. Más bien se seguía con la disyuntiva dualista, con la costumbre del pasado. Este ha sido el primer inconveniente serio del populismo.
En segundo lugar, el inconveniente ha sido la existencia de gobiernos, por lo general autocráticos, que no permitieran debates democráticos sobre modelos de desarrollo y de vida. Una y otra causal están directamente relacionadas entre sí.
Cabe requerirse, si todos estos ingredientes, vuelven al populismo como un adversario típico del liberalismo. Aunque dice Rouquie, que si bien el populismo para algunos autores se confunde con la redistribución de ingresos los intereses capitalistas nunca fueron afectados Del populismo pasamos al neopopulismo, que no se ha extinguido y vive en el alma de la nación latinoamericana, necesita democratizarse ser “un todo” integrado, permitir o por lo menos ofrecer que participen todos en su proyecto.
Por supuesto, que en estos momentos América Latina esta inundada de una corriente neoliberal que la tiene caracterizada y no permite la presencia de gobiernos autonomistas.