Como resultado de las Guerras Mundiales del Siglo XX el Siglo XXI asoma con solo una gran superpotencia planetaria: los EE.UU. No resulta arriesgado plantear que la actual configuración geopolítica mundial tiene fuertes parecidos civilizatorios con el Mundo Romano. En efecto una potencia militar hegemónica, una economía “locomotora” del resto del mundo y, fundamentalmente, una cultura, valores y lenguajes con pretensiones universales. Pero, al igual que Roma, los EEUU no tienen el monopolio del poder militar, no logran imponer sus valores en todo el mundo y varios poderes regionales tienen pretensiones de autonomía estratégica.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)