La ponencia intenta recrear los aspectos más relevantes de las relaciones argentino-brasileñas durante los años en que los sectores dirigentes de los dos países se interesaron por la problemática del desarrollo para superar los condicionantes que se presentaban a la industrialización por sustitución de importaciones. Ese proceso debe comprenderse en el contexto de la Guerra Fría, instalada en el continente a partir de la Revolución Cubana, y de las cuestiones estratégicas y de seguridad que los Estados Unidos debieron diseñar para el hemisferio. En ese marco internacional y regional los gobiernos de la Argentina y Brasil iniciaron una serie de tratativas que apuntaban a una mayor cooperación entre los dos países dando origen a la Operación Panamericana, a la Declaración de Uruguayana y a una posible unión aduanera intersectorial, proyectos asociados directa o indirectamente a las ideas económicas difundidas por la Comisión Económica para América Latina cristalizadas, en parte, en la constitución de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. Sin embargo, esas propuestas fueron oscurecidas por el diferente grado de desarrollo industrial que habían alcanzado los dos grandes países sudamericanos, por las disputas que sus gobiernos sostuvieron con el fin de controlar los recursos hídricos de la Cuenca del Plata, y por las matizadas percepciones que sus cancillerías desplegaron frente al accionar y al interés estratégico que los Estados Unidos implementaron en los países del Cono Sur.