Las relaciones internacionales contemporáneas, marcadas por la compleja evolución del sistema mundial; la transición del sistema interestatal del orden bipolar establecido en la inmediata postguerra a una forma diferente de hegemonía unipolar; y los cambios ocurridos en la economía política, desde la acelerada expansión de la internacionalización de los años 50 a la transnacionalización de los 70 y la “mundialización” de los 90, asociados a los procesos de regionalismos diversos, se vieron enfrentadas al desafío permanente de aggiornar sus enfoques téoricos y metodológicos.