La historia de la guerra de la Triple Alianza ha dejado de ser hace mucho tiempo un tema reservado a historiadores pertenecientes a los cuatro países actores para convertirse en un acontecimiento estudiado en muchos -y en ocasiones impensables- lugares del mundo, no solo en América Latina , también en los Estados Unidos, en Europa, y de forma incipiente en Asia. Esta abundante literatura –pero heteróclita en algunos casos- unida a las anfractuosidades propias del acontecimiento y a las controversias con fuertes connotaciones ideológicas, han contribuido, a su vez, a oscurecer la completa comprensión del fenómeno. Tampoco existen estudios historiográficos que faciliten el manejo y la utilización de tanto material. Desde hace una década, sin embargo, se constata la presencia de una nueva producción historiográfica que, aún abordando temas particulares, transita la ruta hacia una historia general y documentada del conflicto bélico y que reúne al menos tres caracteres que la distinguen del caudal bibliográfico anterior: su impulso por superar una interpretación "nacionalista" del acontecimiento (en el caso de Paraguay), la apertura hacia la investigación de los que hasta entonces se consideraban "temas-tabú" y la presencia de trabajos con un enfoque "cultural" de la guerra. En la comprensión de este cambio historiográfico hay que mencionar el contexto histórico de democratización abierto a partir de 1989 en el Paraguay que significó una redefinición de la memoria histórica nacional además de cambios en la práctica historiográfica, abriendo una etapa de expansión en la investigación de las Ciencias Sociales y particularmente de la Historia.
Esta comunicación se propone exponer las líneas rectoras de la producción historiográfica sobre la guerra de la Triple Alianza en Paraguay y Argentina, delimitadas por el proceso de heroificación de Francisco Solano López (1870-1936), la redefinición de la memoria histórica nacional paraguaya luego de la guerra del Chaco (1936), el movimiento revisionista en la década del 60 y las principales contribuciones de la que denominamos "nueva historiografía".