Las relaciones hemisféricas en materia de seguridad han estado en proceso de continuo cambio desde fines del siglo XIX, acentuándose durante las últimas dos décadas del siglo XX. Estados Unidos ha definido hasta la década de los `70, sistemáticamente las relaciones de seguridad en el continente, a nivel doctrinario y con intervenciones directas e indirectas sobre distintos países americanos centrando su influencia en la zona del Caribe, por ser considerada ésta un área estratégica para su seguridad.
En la década de los `90 Estados Unidos retoma la iniciativa en los temas de la seguridad hemisférica como parte del rediseño de la política exterior norteamericana, en la pos Guerra Fría. En tal sentido, se debe ubicar la reunión de Williamsburg (1995), que por el contenido y proyección marca un giro estratégico en temas de seguridad. La principal expresión de este cambio es un movimiento que va desde lo unilateral -que caracterizó la política norteamericana desde la doctrina Monroe- a la asociación.
En este contexto han surgido nociones más amplias de la seguridad, incorporándose aspectos económicos, sociales, políticos y ambientales, así como también los militares, llamada seguridad multidimensional.
El trabajo analiza el cambio de la política se seguridad nacional de Brasil, la cual abandona las tradicionales hipótesis de conflicto buscando la capacidad disuasiva el continente frente a otros países o bloques.