Los browsers off-line permiten navegar en la World Wide Web, sin estar conectado a Internet. Para ello, se baja una porción completa de la WWW al disco rígido. Se le debe indicar una o varias URLs de páginas y el browser off-line seguirá tantos links desde estas páginas como uno le indique. Todas las páginas que encuentre, se bajan al disco, incluyendo los archivos que las componen (gráficos, sonido, etc).
Todos los programas de off-line browsing trabajan esencialmente de la misma manera, es decir, generando un caché propio donde se almacenan las páginas solicitadas previamente en el momento de configuración. Todos ellos, permiten utilizar el browser con el que normalmente opera el usuario.
El objetivo es entonces, visualizar las páginas cuando no se está conectado y que el trabajo de captura de la información, se realice en los horarios cuando la congestión sea menor, para leer la información bajada no sólo en horarios más cómodos, sino a la velocidad de lectura del disco rígido.
Se utilizó como punto de partida un análisis comparativo de distintos browsers off line, para determinar ciertos parámetros a considerar (beneficiosos y perjudiciales) tanto en su funcionalidad como en su interfaz.