El mundo se encuentra en un constante cambio. Luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial en 1945, muchos fueron los acontecimientos que marcaron la historia. El surgimiento de Estados Unidos como potencia mundial, el declive de las viejas potencias occidentales ante el poderío norteamericano y la catástrofe de la guerra, darán pie al establecimiento de un orden mundial basado en un sistema de seguridad colectiva, en el marco de la Organización de Naciones Unidas (creada en 1945), por un lado, y la formulación de la necesidad de incrementar el tejido de relaciones económicas-comerciales interrumpidas por los conflictos internacionales, a través de la liberalización del comercio. A fin de llevar a cabo la reconstrucción de posguerra de los países aliados devastados, y continuar con la prosperidad iniciada con la industria del rearme, Estados Unidos propondrá la creación de una Organización Internacional del Comercio. Pese a ello, su misma propulsora la dejará sin efecto, y sólo logrará suscribirse un tratado (el llamado G.A.T.T. o Acuerdo General de Aranceles y Comercio, en sus siglas en castellano).
Asimismo, y con la misma finalidad reconstructiva, se formarán organismos especializados como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), quienes financiarán la reestructuración de los Estados afectados.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)