Abordamos en este trabajo el tema de la integración del NOA con los países vecinos mediante las grandes obras construidas y proyectadas durante la última década del siglo XX como una de las posibles estrategias para un desarrollo sustentable de las áreas menos favorecidas de la región.
Estas grandes obras han hecho posible considerar la región dentro de un espacio mayor: el de Mercosur ampliado; con esperanzas concretas de desarrollo y con un nuevo enfoque para su vinculación internacional.
Analizamos si ocurren en este caso las condiciones que instituciones y autores internacionales (como la FAO) consideran imprescindibles para que un proceso de desarrollo pueda calificarse de "sustentable".
Consideramos que la infraestructura para vinculación internacional que una región pretenda desarrollar debe estar estrechamente ligada en su concepción, al PRODUCTO (o más correctamente: productos) que esa región pueda producir y exportar; lo contrario implica un esfuerzo económico enorme (en construcción y mantenimiento) para convertirse en un corredor de circulación de bienes entre productores y consumidores ajenos al proceso económico local.
Las subregiones más pobres del NOA (en términos de grados de desarrollo) son la Puna y los Llanos del Este Riojano. Cualquier estrategia de desarrollo para la región debe prever: 1) la incorporación de estas zonas al proceso productivo para posibilitar un desarrollo más armónico de nuestra población; 2) aprovechar aquellas producciones en las cuales tenemos excedentes exportables y ventajas competitivas 3) generar la mínima resistencia posible a la vinculación (la adhesión es mejor) en los vecinos a los cuales deseamos vincularnos.
La existencia de gasoductos en el NOA que articulan la región con el norte de Chile, ha comenzado a producir cambios en la geografía del NOA. Hoy ya se encuentran en marcha proyectos de derivaciones de gas para poner en marcha importantes yacimientos mineros de la Puna de Salta y Catamarca., como así también para dotar de gas y energía a los pueblos de esta región y a sus posibles emprendimientos económicos de varios tipos.
Nos interesa destacar que en el concepto actual de integración según el cual el NOA se considera en un marco Mercosur, aparece un nuevo elemento favorable a las posibilidades puneñas: se reinstala su condición de zona de circulación (que tuvo durante el siglo XIX y los primeros años del XX). Es decir que se desvanece su condición de "rincón fronterizo" para pasar a ser considerada en un espacio geográfico que la incluye con posibilidad cierta de convertirse en productora de bienes y servicios.
En el marco Mercosur ampliado, el NOA se encuentra en una inmejorable posición para surgir como referente ineludible para la industria energética.
Este posicionamiento debe atribuirse en gran medida a la existencia del recurso en el NOA y en el sur de Bolivia pero también al buen resultado obtenido por la desregulación y privatización del sector realizada durante los 90's.