La pérdida de Hugo Chávez fue un factor determinante en las últimas elecciones atípicas, donde se disputaron dos modelos antagónicos de país. Los dos candidatos tuvieron presente en toda la campaña electoral la figura del ex comandante de la revolución bolivariana.
Por un lado Nicolás Maduro, sucesor del chavismo, elegido por el mismo líder antes de su desaparición física, se proclamaba “El hijo de Chávez“ mientras que el opositor, Enrique Capriles resaltaba el liderazgo de su anterior adversario, las acciones positivas en materia social, proponiendo a su vez la continuidad de su obra en cuestiones sociales (algo sospechoso cuando sus militantes el día después de la elección incendiaron hospitales cubanos en los barrios humildes de Caracas, Táchira y Carabobo, entre otros estados).
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)