Entre las características sobresalientes del Romanticismo del siglo XIX, se destacan como datos fuertemente identificatorios la emergencia de la subjetividad y de un individualismo centrado en los planos emocional y afectivo. La asunción de un arte centrado en un artista único, particular y con rasgos intransferibles que el período tiende a proponer como instancia productiva e interpretativa, irradia hada un marco mayor con un mismo interés, estableciendo una problemática equivalente pero en una dimensión más extensa y ambiciosa.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)