Ante la presencia del Orden Mundial Unipolar, no todo esta resuelto, sino más bien, se debe pensar en un nuevo equilibrio de poder desde la O.N.U para que recupere su rol original. La única manera de que el Consejo de Seguridad funcione es que el unilateralismo de los Estrados Unidos se vaya limitando debido a su falta de eficacia. El unilateralismo norteamericano se basa sobre todo en su poder militar. Estados Unidos, con sus siete flotas y decenas de bases militares y aéreas en todo el mundo, proyecta poder militar como ninguna otra potencia lo ha hecho en la historia de la humanidad. Este poder ha servido para cambiar regímenes en Belgrado, en Kosovo, Kabul y Bagdad, pero no ha probado, hasta ahora, ser eficaz en la gobernabilidad, reconstrucción y democratización de los países ocupados. El problema ahora y futuro para las Naciones Unidas es que esta nueva estructura unipolar del poder mundial es aún más difícil de compatibilizar con todo el sistema de Naciones Unidas, porque funciona mediante una constante acción unilateral que rechaza todo contrapoder de naturaleza multilateral Diríamos que el poder militar norteamericano puede cambiar talibanes y tiranos, pero no puede reproducir luego su propia sociedad y cultura. Hasta ahora, este poder militar no reproduce democracia ni prosperidad después de sus victorias. El Kosovo sigue sin futuro, Afganistán en manos de señores de la guerra y exportando heroína; Irak no se presenta fácil, su futuro es una incógnita. El poder militar de Estados Unidos, hasta ahora, parece otorgar victorias sin triunfos políticos. Además, la globalización económica esta en crisis, la economía mundial y la de los Estados Unidos están muy debilitadas. La democracia, a pesar de haberse extendido por el mundo, es de muy baja intensidad, se limita sólo a organizar elecciones. Inclusive, debido a la lucha contra el terrorismo, muchas libertades civiles han sido recortadas en los mismos Estados Unidos. La falta de realpolitik de los cinco miembros permanentes con derecho a veto hirió gravemente al sistema multilateral de seguridad colectiva de las Naciones Unidas, porque la arquitectura del Consejo de Seguridad no está preparada para soportar el reto de un referéndum sobre unipolaridad o multipolaridad, y además un pleito diplomático irreal entre un hegemón global y tres grandes potencias regionales que no lo igualan en poder real sino en poder formal, sólo por el hecho de tener derecho a veto. En realpolitik, el mundo de hoy es demasiado complicado para una superpotencia solitaria. Probablemente haya que repensar en modelos como los del Bienestar , o la Social Democracia, para tender a la tan ansiada paz o al menos que, en la sociedad haya equidad y no se pierda la dignidad de los pueblos ni de las personas.