El artículo indaga en la noción de auto-acompañamiento musical, entendido como una propuesta estética que encuentra sus orígenes en las primeras manifestaciones musicales itinerantes. El trabajo describe las causas que apartaron al auto-acompañamiento de la producción musical culta y de las instituciones musicales académicas, y reflexiona acerca de las capacidades o los virtuosismos alternativos propios de este tipo de ejecuciones, entendiéndolos como aspectos fundamentales –a pesar de haber sido históricamente excluidos o minimizados por las instituciones musicales tradicionales– a la hora de intentar comprender dichas propuestas.