La crisis orgánica alienta a posicionarse sobre la innovación, que debe organizarse en términos de la posibilidad de interpretar las condiciones de producción y de aceptar la naturaleza local y situada del proceso.
La actitud innovativa debe centrarse sobre las ondas largas del desarrollo capitalista y tomar distancia de la idea de ciclo como mecanismo automático, lo que facilita la comprensión de la realidad al concederle importancia a las condiciones sociales de posibilidad.
El artículo recorre el camino de las iniciativas como construcción de experiencias, en este caso PYME, asumiendo que no es posible ligarlas, sistemáticamente, a la innovación.