El presente trabajo pretende demostrar el grado de complejidad que presenta el actual proceso de integración subcontinental. En este nuevo escenario, Sudamérica está atravesando una etapa particularmente crítica como también de proyección a futuro, teniendo en cuenta los nuevos actores intervinientes, donde más allá de los gobiernos y estilos de política que se están llevando a cabo, este se hace necesario, a pesar de las diferencias ideológicas y de políticas públicas gubernamentales, es que adquiere cierta relevancia en el contexto regional el actual proceso de integración denominado UNASUR. Para encarar tal desafío, se hace necesario analizar, en una primera instancia, la marcha de las integraciones subregionales, en particular la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur. Resulta importante el estudio de las configuraciones territoriales, en particular en lo que se refiere a las áreas fronterizas. Entre las mismas, son de particular interés aquellas que presentan características críticas a partir de la valoración que le aportan los diferentes actores políticos, tanto públicos como privados. Desde el punto de vista de las políticas territoriales, se advierten, en algunos casos, ciertos ejes de tensión (conflicto Colombia-Venezuela, salida al mar de Bolivia, Amazonia, Sistema Acuífero Guaraní, conflicto papeleras del río Uruguay…) En este contexto, UNASUR pretende convertirse en un actor regional de relevancia en torno a la resolución de conflictos geopolíticos y, a su vez, en un interlocutor válido frente al dilema continental Estados Unidos-Sudamérica. A partir de la actual coyuntura las relaciones, deterioradas en términos de confrontación a partir de la reactivación de una activa intervención militar-regional de la potencia del Norte, se plantean como una nueva etapa en las relaciones de poder, signada por el diálogo y una mayor cooperación entre las partes. Por último, es necesario analizar el papel de Brasil en un contexto internacional cada vez más policéntrico, a partir de una participación activa de las economías periféricas emergentes, como actores influyentes en la nueva geopolítica internacional.