La proliferación de dispositivos móviles, como PDA o teléfonos celulares, motiva la inclusión de entidades del mundo real –un cuadro, una estatua, un almacén, etc.- dentro de sistemas informáticos, de manera de aprovechar la movilidad del usuario: a medida que este se desplaza, dentro de un espacio geográfico, puede ser provisto de servicios o información en relación a aquellas entidades con las cuales se cruza.
Como consecuencia de esta motivación, la hipermedia física propone incluir estas entidades en una hipermedia. A través de la misma, se establece una red donde las entidades u objetos físicos poseen una contraparte digital (información textual, gráfica y/o sonora), que coexiste con aquellos elementos de un sistema de hipermedia tradicional. De esta manera el usuario puede ampliar sus conocimientos sobre aquellas entidades, incluidas en la hipermedia, a medida que se encuentra físicamente con las mismas.
Uno de los requisitos fundamentales, para la inclusión propuesta, es la determinación de la posición del usuario y la de los objetos físicos dentro de un espacio, así como también la detección de una serie de eventos, como por ejemplo la cercanía a un objeto o el ingreso a un determinado lugar. Este proceso de determinación y detección es conocido con el nombre de location sensing. A partir de este proceso es que se provee al usuario de servicios y/o información.