Los modelos de ubicación se desarrollan con el fin de expresar las relaciones físicas entre los objetos. Como todo modelo, puede ocurrir que surjan nuevos requerimientos luego de que este fue puesto en producción y que estos provoquen modificaciones en el modelo original. Dependiendo de cuán correcto y con qué fin fue diseñado, estos cambios pueden provocar que el modelo quede obsoleto y se tenga que rediseñar.
Los modelos de ubicación existentes (Capítulo 2 y 3) son adecuados dependiendo del tipo de aplicación que estemos desarrollando. Por lo tanto debemos conocer con anterioridad cuales son los requerimientos que esta posee para tomar la decisión de cual de ellos elegir. Si tomamos en cuenta que con la aparición de los dispositivos móviles los requerimientos pueden ser aún más cambiantes y que los modelos de ubicaciones podrán ser utilizados por múltiples aplicaciones, es probable que en un tiempo menor al esperado nuestro modelo quede obsoleto.
Los modelos actuales intentan modelar a la ubicación como algo formalizable lo cual provoca que los mecanismos para agregar semántica a las ubicaciones no sean tomados en cuenta. Por este motivo, el primer objetivo que tiene este trabajo es el de proveer un modelo que permita enriquecer semánticamente a las ubicaciones de manera que los problemas de escalabilidad encontrados en las implementaciones actuales desaparezcan. De esta manera se permitirá que un modelo evolucione agregando semántica mediante distintas representaciones de una misma ubicación.