A falta de las pruebas que demostrarían el argumento inicial de la intervención militar estadounidense en Irak, a saber: las armas de destrucción masiva y los vínculos del régimen de Saddam Husein con el terrorismo fundamentalista, la administración de George W. Bush reformuló la justificación de la misma con el ambicioso proyecto del Gran Medio Oriente. En la lógica de este proyecto Irak sería el modelo de democratización exitosa para los demás países medio orientales que cuando se dotarían de gobiernos representativos dejarían de ser un caldo de cultivo para el fundamentalismo islámico. Neo-wilsioniano en su esencia, el proyecto del Gran Medio Oriente no es realizable sin un activo compromiso militar y económico de Washington. Para los defensores de la iniciativa, no solo la “benevolencia” del imperialismo americano es la garantía del éxito de la misma, sino también los ejemplos históricos no faltan para su justificación. De hecho, el antecedente más inmediato es el de Gran Bretaña: todas las ex colonias del imperio británico son democracias. Mas aun, la promoción de la democracia siempre ha formado parte de la política exterior de Estados Unidos, y los casos de Alemania y Japón en la pos-Segunda Guerra Mundial están ahí para atestiguar la determinación de Washington cuando un compromiso está asumido seriamente. Son pocas las dudas acerca de la firme creencia de los mentores intelectuales de la intervención militar en Irak al compromiso asumido por la administración de Bush con respecto a la democratización del Medio Oriente. Este ensayo, sin embargo, sostiene que aun con la supuesta seriedad del proyecto de modernización que es la democratización del Gran Medio Oriente, la iniciativa no logrará su objetivo por tres razones: el contexto global, las contradicciones internas del imperialismo negado de Estados Unidos, y las controversias que genera la interconexión de su política doméstica e internacional. Para demostrar mi hipótesis, uso una comparación del imperio británico con el imperio estadounidense del historiador Nial Ferguson. En mis conclusiones ofrezco algunas reflexiones con respecto a los motivos mas concretos de la guerra en Irak, y las implicancias del proyecto del Gran Medio Oriente en términos de estabilidad regional y transición democrática en el mundo árabe.