El tema fundamentalismo es parte de la problemática del mundo moderno. En el marco del mundo islámico la actitud de sectores minoritarios que tienen actitudes fundamentalistas, terminan por oponerse a los principios básicos del Islam. Estos sectores fanáticos han existido y existen en todas las religiones, pero como en el caso del Islam, no representan un porcentaje significativo en el conjunto de los creyentes. Existe una ligazón profunda entre el concepto de paz y el Islam, y a la vez, esta idea de paz, es un aspecto fundamental en la vida del creyente. Subyace una idea asociativa errónea de ligar al Islam con fundamentalismo, terrorismo, Yihad, células dormidas, inmolación, guerra preventiva. Por ello, es importante tomar conciencia en los tiempos que vivimos, que la distinción de algunos de los anteriores conceptos, considerando que Fundamentalismo es un movimiento ideológico o religioso que pregoniza una estricta observancia a determinadas leyes, normativas o preceptos religiosos. Por Terrorismo entendemos una conducta tendiente a obtener una dominación por el terror mediante la práctica de lucha violenta y acción directa por una persona, grupo, u organización para obtener fines determinados. Se presenta también la distinción entre Extremismo: tendencia a aceptar ideas extremas o exageradas, especialmente en lo político y Fanatismo: apasionamiento, entusiasmo ciego por una cosa o creencia sin considerar al prójimo. Con estos términos, con los que se confunde o vincula al Islam (sobre todo en los medios de comunicación) y a los practicantes de la fe islámica, existe por desconocimiento e ignorancia, en algunos casos, del verdadero contenido y alcance de dichas expresiones. La debilidad humana es en gran medida el origen de la infidelidad. Esto se produce por transgredir intencionalmente las exigencias del ideal creado por la fe. Carente de voluntad, el hombre no se responsabiliza por el compromiso asumido y vive de modo tal que contradice en los actos lo manifestado por el espíritu, al punto tal de aceptar actitudes y razonamientos contrarios a la fe. El desafío del Islam en la actualidad debe darse en la difusión adecuada de sus propios valores, principalmente en aquellos países del mundo en los que el Islam es minoría o poco conocido, señalando que las diferencias fundamentales entre un creyente islámico y un fanático radican en que, el creyente está al servicio de Dios y cumple su voluntad, y el fanático coloca a Dios a su servicio, pone su voluntad por encima de Dios y agrede al hermano de la fe que actúa con criterios propios y además al diferente por pensamiento, religión, lengua, raza o cultura. El Profeta Mahoma condenó a estos individuos en forma expresa: “Que perezcan los fanáticos”. Y lo repitió tres veces.