En la era de la Globalización, los movimientos de población interaccionan con las nuevas ideologías de fronteras abiertas y libres comercio. Por una parte la integración creciente de los mercados mundiales y el aumento de las presiones sobre todo las economías nacionales y para que sean competitivas a nivel mundial ha supuesto nuevos incentivos para importar población (huéspedes). Estos flujos laborales han dado lugar a todo un mundo nuevo de emigrantes y de ciudadanos parciales. Esto trae aparejado varios conflictos, como el problema de las Minorías culturales, las cuales están cada vez más capacitadas para articular sus derechos culturales como derechos humanos; como también así los problemas que trae aparejado el pluralismo cultural. El trabajo de Nina Glick Schiller (1992) en un estudio de migrantes centroamericanos en Nueva York, observaron que los migrantes lejos de asimilarse a la sociedad huésped, mantenían relaciones económicas políticas y sociales con sus lugares de origen. Ningún territorio, puede mantenerse al margen de las transformaciones del proceso de globalización, y por supuesto, tampoco los diferentes actores sociales que forman parte del mismo. Por ello, es importante tratar de reconocer y explicar las diferentes estrategias que encabezan tanto los territorios como los diferentes actores sociales involucrados, en relación a las transformaciones producidas por el proceso antes mencionado. El proyecto partirá de un ejercicio de corte sincrónico y comparativo, pudiendo visualizar las diferentes lógicas de estrategias y adaptación de dos movimientos migratorios distantes en el tiempo y en contextos tecnológico-comunicacional, como así económico distintos.