El Pensamiento Sensible, veloz e incesante, es base y raíz del Pensamiento Simbólico, intermitente y lento, sin el cual éste no existiría, pero que existe sin él. No necesita transformarse o producir Pensamientos Simbólicos, esto es, palabras, porque son dos diferentes niveles y formas de pensar. Estas características, sin embargo, no eximen lo Sensible del Saber, ni lo absuelven de la sinrazón.
El Pensamiento Sensible, primogénito y genitor, inventa las Palabras, y las Palabras, organizadas, construyen el Pensamiento Simbólico.
Los dos Pensamientos, el Sensible y el Simbólico, interaccionan, se subdividen y se multiplican, se amalgaman impuros y varían sus flujos a cada instante.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)