Será tarea del pensamiento crítico recuperar la imagen para un discurso de la resistencia como un discurso efectivo frente a la inoperancia del objeto artístico difuso. A esto debe convocar al análisis crítico de la imagen hegemonizada por la superficie-referente. La radicalidad de dicha tarea debe buscar sus fuentes en el desplazamiento constante hacia la descripción de lo opaco en la estrategia representacional de una superficie-referente para la instalación del objeto fascista estetizante. Dicha radicalidad debe recuperar conceptualmente el desmantelamiento crítico para la reapropiación de la imagen, de lo visual; debe desactivar la radicalidad de lo espectacular.
Este análisis de la superficie-referente en la retórica radical del objeto fascista representacional es la tarea necesaria para situar adecuadamente una crítica que se distancie de dicha retórica que no hace más que tornar al objeto representado en un objeto estetizante y fascista en su exceso de real. La resistencia debe centrarse en el análisis permanente de una imagen en constante readecuación al interior de la lógica global del capitalismo.
Cualquier nueva articulación de las humanidades debe atender, primero que nada, a la pregunta por cuál es el estatuto de lo visual en dicha lógica antes de emprender cualquier definición de cómo se deben conformar los discursos de resistencia. Es tarea e intento de este trabajo situar la descripción de las estrategias de la imagen en tiempos de su hiper- reproductibilidad- técnica antes de cualquier replanteamiento de las humanidades, esto para comprender cuáles son propiamente las retóricas de lo radical en el capitalismo cultural.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)