El presente artículo aborda las implicancias entre algunas convenciones en la representación del indígena chaquense y diversas significaciones presentes en el imaginario de la nacionalidad argentina entre 1700 y 1930. Los casos son analizados según testimonios y anotaciones que dan cuenta de una mirada que considera a los pueblos originarios como un otro cultural.
El análisis presta especial atención al pasaje de un medio visual a otro ya que, con el advenimiento de las primeras fotografías etnográficas, se mantuvieron muchos temas de encuadre y convenciones de la pintura. Un par de décadas después, las tomas con rasgos exóticos fueron recreadas en postales y en magazines para el consumo metropolitano. Este fue un importante antecedente en la instalación de una imagen estereotipada del indígena en nuestro país.