La imposibilidad de un desarrollo independiente y democrático en el Medio Oriente queda descartada con el surgimiento del canal que compite mundialmente con la CNN, cadena que mantuvo la hegemonía en la transmisión de las guerras en la región hasta el año 2000.
La supuesta antinomia de un periodismo independiente y moderno en el Medio Oriente parece que fue derribada con la aparición de la cadena, poniendo a la teoría del Choque de Civilizaciones en duda.
Jugando un nuevo rol en esta competencia, Al Jazeera rompió con lo esperado por ambas partes. Los gobiernos de la Liga Arabe (excepto Qatar y Líbano), acordaron un tratado regional para la regulación de la televisión satelital. Estados Unidos también restringió a la cadena, aduciendo potenciales bajas de audiencias y la pérdida de patrocinadores.