Para abordar la problemática de Irlanda del Norte apelaremos a los conceptos de “cuestión” y “problemas”, entendiendo por cuestión, aquella situación que reviste “rasgos de singularidad que reconocen su relevancia y permiten diferenciarla claramente de la diversidad de los problemas involucrados en su tratamiento”; y por problema al “conjunto de hechos o circunstancias que dificultan la consecución de un fin”.
Siguiendo esta línea argumentativa podemos decir que en general el tratamiento de la cuestión de Irlanda del Norte, cuyo núcleo es la continuidad de la pertenencia de la región al Reino Unido o su incorporación a la República de Irlanda, suele confundirse con el abordaje de los problemas.
Es objetivo fundamental de la presente ponencia analizar el conflicto norirlandés durante la administración Blair, tratando de demostrar que aunque los Acuerdos de 1998 fueron un paso importante no constituyen la panacea que pone fin a todos los males.