Durante la década de los noventa se produjo la atomización de las compañías militares privadas (CMP) , que cumplirán con una función propia del Estado, ésta es, la de la privatización del uso de la fuerza. La provisión de ejércitos mercenarios a gobiernos y a compañías multinacionales, constituye el rol fundamental de las CMP, donde uno de los terrenos de despliegue será preponderantemente el continente africano. Ahora bien;¿Cuáles son las motivaciones de los Estados para cederles una facultad que le es propia como el uso de la fuerza? ¿Cómo están conformadas? ¿A qué se debe su proliferación? ¿Cuáles son las características particulares que presentan de los territorios Dónde operan? ¿Existe una laguna legal o una falta de aplicación del derecho internacional público para sancionar las actividades ilícitas que despliegan? ¿Por qué ONU contrató sus servicios? Son algunos de los interrogantes que develaremos en el presente trabajo.