El término reflexión puede tener distintos significados según la disciplina en la cual se haga pie, esto es, la física, la acústica y también la geometría poseen un fenómeno de reflexión. En este caso, reflexión se refiere al proceso, aplicado a la filosofía, de meditar. A la capacidad del ser humano, con sustento en la racionalidad o razonabilidad a decir de Bourdieu (2000), de pensar detenidamente en algo con el propósito de obtener conclusiones. Es decir, una vigilancia epistemológica capaz de inspirar y controlar los actos concretos de una práctica.
Para eso, las cuestiones y doctrinas científicas estudiadas deben servir de instrumentos para el análisis y la reflexión, nunca constituir fines en sí mismos, ni doctrinas de salvación (no se adhiere a una teoría como a una religión). La lectura de Morgenthau o Aron, Rosencrance o Kaplan, Keohane o Kratochwill por citar algunos, debe permitir “ver” mejor, ya sea aspectos de la práctica científica, ya sean sus dimensiones éticas o políticas.