En el siglo XIX la organización de la economía nacional estuvo ligada al mercado mundial y principalmente al británico. La relación comercial se basaba en la producción de materias primas y alimentos a cambio de todo tipo de manufacturas extranjeras. Los productos enviados casi no tenían valor agregado hasta el desarrollo de la industria frigorífica.
En el último cuarto del citado siglo, se fue constituyendo el modelo agrario exportador sobre la base del latifundio en la región pampeana. El aumento casi permanente de la demanda y el incremento de los precios de granos y la carne, estimularon esta especialización productiva sin incentivos para el desarrollo de industrias manufactureras.