La campaña presidencial en los Estados Unidos de América mostró, una vez más, la omnivisión occidental sobre los temas regionales en el llamado Oriente Medio. Con una particular lectura tanto del origen de los problemas cuanto de sus posibles conclusiones, los aspirantes a suceder a George W. Bush, el Republicano John McCain y el Demócrata Barack Obama, ensayaron en reiteradas ocasiones sus argumentos para “ganar la guerra contra el terrorismo y llevar la Democracia a todas partes”.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)