La cooperación internacional ha sufrido una mutación en los últimos años. De la política como ayuda, ha nacido una nueva forma de cooperar basada en una lógica de reciprocidad. Uno de los rasgos más distintivo radica en la naturaleza descentralizada, en el rol que tienen los entes subnacionales, ciudades y regiones en esta nueva forma de relacionamiento internacional. La cooperación descentralizada se convierte en un instrumento de “política exterior” del gobierno local y de otros actores de la sociedad civil. El trabajo aquí desarrollado presenta un estudio de caso en donde se prueba como, cumpliéndose determinadas condiciones, dos gobiernos locales -un pequeño municipio argentino y una región italiana- generan una experiencia que tiene resultados concretos en términos de cooperación descentralizada.