No es esta la ocasión para ponernos a analizar la historia de la creación del Estado moderno, con su cristalización del contrato que enmarca la relación Estado-Sociedad. Es en este contexto en el que nos decidimos a analizar el ataque que Estados Unidos realizará a la República de Irak, concluyendo con que ese ataque, más que un capricho del Presidente George W. Bush, es una necesaria consecuencia de la particular relación entre el Estado y la Sociedad norteamericana, que requiere para su mantenimiento en los próximos veinte años, la apropiación de fuentes energéticas de las que hoy carece su país, y que se encuentran en poder de Estados cuyos Gobiernos son hostiles a Occidente.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)