El modelo de Fuerzas Armadas no es ajeno al modelo de país. Durante la década del noventa, el modelo de rentabilidad financiera tuvo como correlato unas Fuerzas Armadas desfinanciada, a las que se les buscó imponer como hipótesis de empleo un fenómeno criminal, como el narcotráfico. A partir del año 2003, con un cambio en el modelo de desarrollo económico, se definió la misión principal del Instrumento Militar y se inició una etapa de recuperación de las capacidades del mismo. Paradójicamente esos actores de la década del noventa, proponen, en la actualidad, convertir a las Fuerzas Armadas en un instrumento más de la política criminal del Estado Nacional, a la vez que denostan que se hayan puesto en vigencia los lineamientos acordados en torno a la Ley de Defensa. El presente artículo realiza en este sentido, un análisis comparado entre la década del ´90 y el período 2003 – 2009, tanto en el plano de las definiciones políticas como en el de las asignaciones presupuestarias.