El Ecodiseño como estrategia para optimizar la relación ambiente-hombre-hábitat, sólo resulta posible si mediante la acción proyectual se logran aprovechar los aspectos favorables del medio y proporcionar protección de los factores perjudiciales, considerando, desde el inicio mismo del proceso de diseño, múltiples aspectos en relación.
El uso racional de la energía no es el único criterio de diseño, ya que la calidad del edificio no sólo depende de los recursos energéticos disponibles, sino también de las condiciones ambientales que se logran.
No existe una única solución, el bienestar es una variable multidimensional. Esto implica que una evaluación sistemática de los proyectos debe estar basada en la distinción y en la medición de un conjunto amplio de criterios. Como consecuencia las técnicas de evaluación multicriterio son una herramienta apropiada para servir de modelo. A partir de las pautas y estrategias de diseño establecidas en esta primera etapa, se considera posible iniciar el Eco-diseño de un prototipo AUS con el objeto de dar mejores respuestas a las dem andas de los participantes del proceso productivo, y al problema de sustentabilidad y optimización de los flujos de materia y energía desde una dimensión ambiental.