La población de las cárceles bonaerenses, hoy es del orden de las 25000 personas. Mayoritariamente está compuesta por jóvenes con escasa instrucción, poca o nula experiencia laboral, muy pobres, con orígenes familiares complejos, y casi sin excepción con proyecciones muy cortoplacistas de su vida. En particular la idea de la libertad, que anima a la totalidad de la población, pocas veces es correspondida con un proyecto tangible y real. En este panorama la idea de conseguir un trabajo digno para el día de la libertad, se torna casi utópica.