Asistimos a una crisis global sin precedentes, donde parece resquebrajarse el paradigma más corto de la historia humana. Las dificultades en la caracterización y la profundidad de la misma, contrastan con la rápida puesta en práctica de una batería de medidas que apuntan a superar una pretendida “crisis de confianza” de los mercados. Las nuevas inseguridades que se agregan a las múltiples ya existentes en la "sociedad global de riesgo", autorizan a indagar si -también en este caso- el capitalismo internacional intentará superar sus crisis mediante la guerra. Y si las nuevas ideologías securitarias impactarán en la región de la mano de una hipertrofia del punitivismo prevencionista y peligrosista, que luego de "reinventar" un enemigo proponga la vigencia de un nuevo sistema de creencias y representación global que implique una obligada desformalización y funcionalización de los sistemas penales internos y del derecho penal internacional.