En las últimas décadas, junto a la aparición de nuevos procedimientos proyectuales se ha desarrollado una preocupación por la naturaleza de los procesos de proyectación y por los modos de su enseñanza. El libro que tengo entre mis manos se inscribe en esas preocupaciones, ofreciendo al lector un recorrido por la experiencia llevada adelante por el Taller C de la carrera Diseño en Comunicación Visual de la UNLP, a lo largo de más de quince años. En principio me asombra la dimensión temporal. ¿Cómo abarcar un lapso tan prolongado, atravesado además por cambios tecnológicos y culturales que han sacudido la escena del diseño? Mi sorpresa aumenta cuando observo que no se ha recurrido a la clásica exposición de trabajos de alumnos más o menos yuxtapuestos, más o menos, comentados sino que, por el contrario, las imágenes son muy pocas, apenas ilustraciones en un texto en el que las palabras son protagonistas. Así, de sorpresa en sorpresa, descubro que el libro no es solo una ofrenda a la comunidad para contribuir a un debate vigente sino que el libro es también y sobre todo una fase más del desarrollo cognitivo de los integrantes del taller C. Porque -y aquí mi sorpresa se transforma en admiración- Diálogos. El diseño de un taller es un ejercicio riguroso de aprendizaje e interpretación crítica de los procesos vividos.
(del prólogo de María Ledesma)