Los conceptos de multilateralismo y globalización, han generado desde hace algunos años la evolución de un “Estado–nación” obsoleto a un “Estado mundial”. Esta estatización global presupone la trasmisión de competencias políticas a las instancias globales y por lo menos una transmisión parcial de la soberanía a ellas, con el fin de manejar los problemas globales, la ONU, la OMC y diversos organismos multilaterales han recibido el apoyo de los países miembros.
Pero con el concepto de Seguridad humana y el establecimiento de los Objetivos del Milenio como parámetros urgentes, necesarios y vinculantes para la ayuda y protección del individuo y la sociedad, se genera que la única forma real de cumplir con ellos sea a través de un Estado-nación fortalecido.