Bajo condiciones normales menos del 1% de las células tubulares del riñón proliferan aunque sin embargo, en respuesta a una injuria, células normalmente quiescentes entran en el ciclo celular. En el modelo del riñón remanente en roedores, el número de nefronas es repentinamente reducido por ablación quirúrgica, lo que dispara eventos moleculares y celulares que promueven el crecimiento compensatorio. Históricamente han surgido controversias acerca de si dicho crecimiento renal resulta de hipertrofia o hiperplasia. Por otro lado, además de los cambios en las células epiteliales e intersticiales después de la reducción de la masa renal, la reparación capilar es un evento crucial en la recuperación del daño renal y el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) juega un rol importante en la proliferación endotelial. En el riñón normal, el VEGF se expresa en los podocitos glomerulares y en las células tubulares, especialmente en la médula externa y rayos medulares, pero también ha sido demostrado que juega un rol mayor en la respuesta compensatoria renal después de la uninefrectomía. Si bien este factor es esencial para la normal nefrogénesis y la glomerulogénesis, también ha sido implicado en la patogénesis de la disfunción renal temprana y en la hipertrofia glomerular en la diabetes experimental. Además, los cambios en los capilares peritubulares después de la reducción renal son modulados por distintas causas como, la especie y la edad de los animales bajo estudio, la extensión y el origen de la reducción néfrica, el tiempo posterior a la injuria y el grado de fibrosis y/o de proliferación tubular. Existen indicaciones de que las hormonas sexuales tienen distintos efectos según las regiones del riñón y posiblemente también durante el crecimiento compensatorio después de la uninefrectomía. Conjuntamente, durante algunos procesos regenerativos en ratas y ratones, la expresión de ARNm VEGF está temporal y espacialmente relacionada a la proliferación.