El desafío de las últimas dos décadas desde el establecimiento del Plan Colombia, se presenta en el plano de lo ideológico, justificar ante la opinión pública nacional e internacional la intervención norteamericana en el manejo del conflicto y los asuntos internos bajo el ropaje del terrorismo internacional. El presidente Norteamericano George W. Bush y su estratagema de la legítima defensa preventiva le ha permitido cobijarse ante la violación de los principios de igualdad soberana y el no uso de la fuerza, consagrados en el Derecho Internacional.