La inherente globalización ha abierto a los países de América Latina una estructura de oportunidades para que inserten sus intereses en la agenda global, a lo que se le suma la tras nacionalización de espacios, actividades e intereses. A demás los estados latinoamericanos afrontan un juego de tensiones en cuyo centro aparece la pugna por la propiedad y utilización de recursos estratégicos, por lo que la región ocupa un lugar central para la dinámica geopolítica global que se nutre de tres fundamentos: recursos alimentarios, energéticos y demográficos. Frente estos desafíos la República Argentina deberá elegir formar una alianza regional importante para poder recomponer relaciones, principalmente económicas y de credibilidad, con el resto del mundo. El reto está, en seguir unidos a la política de Venezuela o girar hacia el Brasil.