La desaparición de la Unión Soviética como única superpotencia capaz de desafiar el poder de Estados Unidos en el Medio Oriente, creó las condiciones necesarias para que la administración Clinton enfrentara el desafío de asegurar la estabilidad del Medio Oriente en un nuevo marco regional y mundial.
En este trabajo se trata de analizar la política exterior de Estados Unidos hacia Irán e Irak en la década de los 90,denominada política de “contención dual”. La elaboración de este nuevo concepto fue fruto de las premisas presentadas por Martín Indyk, asesor para asuntos del Cercano Oriente del gobierno de Bill Clinton y finalmente maduradas por el Asesor en Asuntos de Seguridad Nacional, Anthony Lake. Según este nuevo concepto, dado que tanto Irán como Irak son regímenes hostiles a los intereses norteamericanos, la estrategia del Departamento de Estado debe consistir en debilitar simultáneamente la capacidad política, económica y nuclear de ambos países.
La política de “contención dual” representa una ruptura conceptual con la estrategia anterior de la Casa Blanca que tenia como objetivo –según las circunstancias- fortalecer a un país para contrarrestar al otro.
Desde la idea original de George Kennan, que planteaba contener el avance de la Unión Soviética, se examinará cómo fue reeditada esta estrategia que se encuentra ahora dirigida a contener a ambos estados del Golfo arábigo-pérsico.