La teoría de los modelos mentales supone que los humanos al razonar construyen modelos y buscan alternativas (no en forma aleatoria, pero tampoco de manera totalmente sistemática). Johnson-Laird sostiene que los sujetos si tienen dificultades con los silogismos más difíciles, buscan modelos alternativos para clarificar las premisas y sus conclusiones. Aristóteles también para analizar la corrección de una deducción silogística buscaba interpretaciones (modelos) que clarificaran si esa forma era correcta. Para responder mi interrogante al respecto realicé una experiencia con un grupo de alumnos de los Cursos de Ingreso a las Facultades de Ciencias Exactas e Informática. Esta experiencia pretendió ser similar a las realizadas por Johnson-Laird, Wason y Byrne): poner a los individuos ante una serie de premisas (de distinta complejidad) y que ellos sacaran conclusiones. En el experimento realizado he podido observar que la complejidad de la Tarea influye en toda la población. Si el lenguaje no es el cotidiano no influye en los individuos con conocimientos previos en Lógica. Influye negativamente la información superflua en todos los grupos por igual. El tiempo no es una variable importante. No habría una Lógica formal interna en todos los individuos, al menos que "funcione" de igual modo. Esta opinión es coincidente con la expresada por Johnson-Laird en su trabajo.