Este artículo hará un abordaje comunicacional de la Extensión y la Educación, intentando relacionar dichos conceptos. Ponderando a la Extensión como un espacio de formación que posee una estrecha vinculación con la comunidad. Comunidad a la que a la que aporta -de manera horizontal- herramientas para producir conocimiento.
Pensar a la extensión como pieza fundamental para promover en el tiempo el aprendizaje. Es decir, para que cada actor social, no se limite a completar los niveles mínimos de enseñanza, sino que tenga el deseo y la voluntad de continuar ampliando su conocimiento.
Además, que la práctica extensionista genere un proceso de retroalimentación, donde lo que se enseñe sirva para provocar una nueva demanda, brindando así nuevos aportes necesarios para la comunidad.
Sosteniendo entonces, la postura de que la extensión es un puente que comparte saberes. No desde un punto de vista cenital académico, sino construyendo desde las calles, en los barrios. Donde haya una problemática, donde un grupo necesite de la Universidad para provocar un intercambio constante de ideas. Logrando materializar los aportes teóricos, caracterizando a la extensión como un espacio transformador y constructor de producción social de sentido.