En español
La incorporación del riego en la Pampa Húmeda es todavía condicionada por la inconsistencia de la clasificación de la aptitud agrícola del agua del US Salinity Lab. Teniendo como hipótesis que los acuíferos Pampeano y Puelche son, en su mayoría, aptos para riego complementario, se clasificaron sus aguas mediante los métodos del US Salinity Lab., FAO y Proy. IPG-INTA y se discutieron sus aplicaciones. Durante 20 años, fueron analizadas muestras de aguas captadas en 66 perforaciones y más de 5000 muestras de suelos regados en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires. Se seleccionaron como indicadores los parámetros: pHa, CEa y RASa para aguas y pH, CEex y PSI para suelos. Se practicaron balances hidrosalinos y se evaluó la eficiencia de adsorción de sodio de los suelos. El método del Proy. IPG-INTA, aunque requiere mayor desarrollo, resultó ser el más apropiado, pues agrega a los factores hidroquímicos, otros vinculados con las precipitaciones, láminas de riego y propiedades edáficas. Restringe el uso del 4,7% de las aguas clasificadas por salinidad y del 14% por sodicidad Los resultados del estudio, coincidentes con los de otros investigadores y con los balances hídrico-salino-sódicos, evidencian que los pronósticos de sodificación edáfica del US Salinity Lab. son inapropiados para la región pampeana húmeda de Argentina, donde la resistencia y resiliencia de los suelos mantienen su calidad debido al efecto del lavado de sales por las lluvias y del intercambio catiónico. Los suelos regados nunca superaron valores medidos o simulados de PSI=11,6 (con promedios de 5,2 en postemporada). Se concluye que la mayoría de las aguas estudiadas son aptas para riego complementario.
En inglés
The incorporation of irrigation in the Humid Pampas is still conditioned by the inconsistency of the U.S. Salinity Lab classification of the water agricultural aptitude. With the hypothesis that the Pampeano and Puelche aquifers are mostly suitable for complementary irrigation, were classified waters by the U.S. Salinity Lab methods, FAO and Proj. IPG-INTA, and discussed their applications. Water samples drawn from 66 wells and over 5000 samples of irrigated soils were analyzed during 20 years, all located in Buenos Aires and Santa Fe provinces. The water salinity indicators selected were pHa ECw and SARa and the ones for soils were pH, ECex and PSI. Water balance and sodium adsorption efficiency were carried out. The IPG-INTA method was the most appropriate to estimate the water quality, although it requires further development. Its proper predictive power is explained because it adds to the hydrochemical factors, some related to rainfall, irrigation depth and soil properties. In response to saline hazard, this method restricts the use about the 4.7% of waters classified, while attending the sodium hazard, limits on the order of 14% of groundwater. The results of the study are consistent with other researchers and the water balance, salt and sodium, and they show that predictions of soil sodicity of the U.S. Salinity Lab, are inappropriate for the Humid Pampas, where the soil resistance and resilience maintain quality, due to the effect of leaching of salts by rain and cation exchange. Irrigated soils never exceeded values measured or simulated PSI = 11.6, with averages in postseason PSI = 5.2. We conclude that most of the waters studied are suitable for supplemental irrigation.