El turismo como toda actividad se emplaza dentro de un espacio con connotaciones sociales, culturales y de identidad; en otras palabras hace uso de un territorio construido socialmente. En este contexto, se entiende al destino turístico como la relación constante entre un espacio material (espacio físico), un espacio simbólico (valores, preconceptos) y la conjunción entre las distintas lógicas de funcionamiento e intereses (individuales y colectivos) de los actores (Bertoncello, 2002). A su vez, la actividad turística es fenómeno social, complejo y multidisciplinar que requiere una planificación integral, la cual exige un “ejercicio consciente de responsabilidad compartida” (González Velasco, 2010) de todos los actores involucrados.
En los últimos años con el auge de la planificación participativa e integral han surgido varios instrumentos que posibilitan la formulación de planes y su implementación. Uno de ellos es la gobernanza. El concepto gobernanza hace referencia a la creación de redes de cooperación y coordinación entre los actores directa e indirectamente implicados en la cadena de valor del turismo, que se caracterizan por tener sus propias reglas y normas. En otras palabras la gobernanza se traduce en concertación de actores. Bustos Cara (2008) lo plantea como la articulación entre la acción pública, privada y colectiva. El desarrollo de estas redes de cooperación permitiría, al destino, alcanzar la competitividad por medio de la formulación de políticas y de una planificación integral, donde se tengan en cuenta las distintas dimensiones que constituyen el fenómeno turístico (González Velasco, 2010) En la actualidad la gestión del territorio se encuentra fuertemente vinculado a las dinámicas relacionales o geometrías del poder, en otras palabras es la “estructura socioterritorial gobernada por las redes” (Roccatagliata, 2008, p. 27)
Para poder llevar adelante este concepto de gobernanza en planes integrales y prospectivos de turismo, se deben investigar nuevas metodologías y herramientas que tengan por objetivo reducir los desequilibrios territoriales y aumenten los procesos de participación activa y cohesión social. Este artículo busca constituir el puntapié inicial para comprender la importancia de la gobernanza en la gestión turística integral y prospectiva, sin embargo con el objetivo de buscar nuevos instrumentos, se propone tener en consideración un eje y aspecto que es transversal en este proceso de cooperación y coordinación de todos los actores y que permitirá no menos lograr un equilibrio del destino turístico en términos sustentables y competitivos: la gestión social del conocimiento.