Corazón de nuestro tango, el bandoneón es un instrumento en vías de extinción, de fabricación luthier. Sólo entre 1910 y 1933 entraron unos 60.000 bandoneones a la Argentina, pero conseguir uno hoy es tan complicado que ya hay cosecha en films y libros al respecto. En la Universidad Nacional de Lanús y a partir de la inquietud de su rectora, Ana Jaramillo, se desarrolló Pichuco, el primer bandoneón de fabricación seriada.