El 10 de diciembre de 1983, Raúl Alfonsín también asumía como comandante en jefe de las FFAA, un cargo que por más de 50 años constituyó enredos, condicionamientos y derrocamientos. El enfrentamiento del tema militar junto al peso opresivo de la deuda externa, fueron las dos tensiones más densas que en herencia recibía de la dictadura la incipiente democracia, nacida de la derrota nacional de la guerra de Malvinas y del repudio creciente a su política impopular y represiva.