La enseñanza de las líneas cartográficas notables en la currícula oficial de la educación obligatoria se coloca en situación de riesgo al producir aprendizajes memorísticos que no generan conceptualizaciones significativas. De esta forma, los términos “Ecuador”, “Trópico” o “Polo” son reconocidos fácilmente por la mayor parte de la ciudadanía, pero una indagación más profunda arroja como resultado que son conceptos vacíos de contenido y que no se alcanzan a relacionar con los fenómenos astronómicos que les dan origen.
La Astronomía a Ras del Suelo facilita la construcción de conceptualizaciones adecuadas de estos términos a partir de actividades de experienciación con dispositivos desde un abordaje fenomenológico, sin necesidad de recurrir a modelos explicativos complejos de los movimientos relativos del sistema Tierra-Sol. La construcción de modelizaciones puede realizarse colectivamente y con posterioridad a la introducción de los elementos cartográficos y geográficos mencionados.
La observación precisa y detallada de solsticios y equinoccios permite comprender la situación lumínica del planeta Tierra en cada uno de ellos, a partir del registro y marcación de las líneas cartográficas notables sobre la superficie de la Esfera Lisa. El Globo Terráqueo Paralelo acompaña la conceptualización y se convierte en la consecuencia natural de una marcación de periodicidad anual sobre la Esfera. .
El pasaje del Globo Paralelo al planisferio, invita a la discusión sobre la necesidad de trabajar con una proyección cartográfica equiareal y centrada en el propio país, -tal como el Planisferio Aitoff centrado en el meridiano 69°O, en nuestro caso-, y conlleva naturalmente al uso de la cartografía orientada, como posición más adecuada para el uso del planisferio en la escuela.
La deconstrucción de la cartografía, así como la construcción de modelos propios por parte de estudiantes, posibilita la formación crítica en conjunto con la descolonización de la mirada sobre nuestro territorio.